miércoles, 6 de mayo de 2015





TÍTULO: La habitación de Arlés
AUTOR: Vicent Van Gogh
FECHA: 1888
ESTILO: Postimpresionismo
MATERIAL: Óleo sobre lienzo.
LOCALIZACIÓN Museo d’Orsay, París.

El dormitorio le pertenece al artista Vincent van Gogh. Cuando pintó este cuadro vivía en Arles que era un pueblo en Provence al sur de Francia.

Este cuadro es un reflejo del deseo del artista por cuidar de si mismo y organizar su vida de una manera correcta. Hasta el momento que pintó esta obra solo había vivido en lugares transitorios y nunca se había podido establecer permanentemente en ningún lugar.

Las paredes que se encuentran atrás de la cama parece que se inclinaran una hacia la otra  de una manera bastante pronunciada. Esto hace mas exagerado el tamaño del cuarto y por lo tanto la cama se ve enorme y el piso parece elevarse.

Van Gogh era un artista bastante pobre y no tenía para comprar mas que lo esencial. Sus muebles eran sencillos y de madera. La cama  la compró con dinero prestado a su hermano Theo. También  colocó dos sillas por si alguien lo venía a visitar.

En ese tiempo no existían los baños así que tenía que usar una jarra de agua y un tazón.
Las ventanas están entreabiertas lo que significaba que había un acceso al mundo exterior. Esto da la impresión de un cuarto tipo autónomo. El espacio abierto frente a la cama hace que el cuadro en sí no luzca  demasiado claustrofóbico.

Los retratos colgados en la pared  se diferencian en las tres versiones. En la ultima versión de 1889 se observa el auto retrato del artista que él mismo pintó . A su derecha se encuentra su hermana  Willemien. En las otras dos versiones pintó la cara del poeta Eugène Boch y el soldado Paul-Eugène Milliet.
Debajo de estos retratos se encuentran dibujos hechos en papel.
verás como existen dos sillas, dos almohadas, dos retratos en la pared, dos dibujos y dos puertas. Como el artista vivía solo, esta era una manera de multiplicar todo por dos y sentir menos la soledad. Aqui vemos su constante deseo de sentirse acompañado y rodeado de amigos.
no tiene nada que refleje la habitación de un pintor, no existen materiales visibles. Ninguno de sus suministros están expuestos, ni siquiera una caja con sus brochas. La verdad es que Van Gogh gustaba mucho de pintar en exteriores por horas y horas así que su dormitorio era nada mas que un lugar para relajarse al final del día.  Lo único que podemos observar es su chaqueta y su típico sombrero de paja colgado de ganchos en la pared.
A este artista le gustaba escoger colores intensos que impactaran al espectador. Le gustaba mucho los contrastes por lo que usó el azul, naranja, verde y rojo. Estos colores le dieron mucha fuerza a la pintura y le inyectaron energía.
En una carta a su hermano Theo le dijo que había “aplanado”  el interior  y eliminado las sombras para que su imágen se asemejase más a una estampa japonesa. Al no existir las sombras lograba que la intensidad de su pintura no disminuyera.
Van Gogh no se sujetaba al color actual de las cosas que veía sino que las modificaba usando colores que expresaran su forma de ser con mas fuerza. Si observas el color rojo de la manta en la cama verás como es un elemento indispensable para revivir el humor de esta pintura y para mantener todo  equilibrado. Si tapas con tu mano ese color verás como todo cambia a algo mas triste y poco animado. Pareciera que todo se desmorona y se desliza hacia el suelo.
Las paredes fueron pintadas de color azul/violeta haciendo armonía con los verdes como vemos en las ventanas y haciendo contrastes con los amarillos de la cama y las sillas.
Las sillas del artista eran originalmente de madera blanca pero las pintó de amarillo por razones simbólicas. El amarillo era el color de la luz del sol, del calor y de la felicidad.  Como dije anteriormente, Van Gogh le gustaba pintar mucho en exteriores usando las tonalidades exactas que veían sus ojos pero en ocasiones incorporaba o intensificaba  colores.
En la primera versión el piso era de color rojo ladrillo, luego lo pintó con un rosa oscuro para finalmente dejarlo en su ultima versión con una tonalidad de setas. Todos estos cambios reflejaban su constante cambio de humor.
La pintura era gruesa y las pinceladas estaban puestas unas sobre otras. Los colores los obtenía directamente del tubo y pintaba rápidamente de manera que a menudo acababa un cuadro en el mismo día.
Quizás ya te has dado cuenta el constante uso del color amarillo en los cuadros de Van Gogh. Este era uno de los colores que siempre le pedía a su hermano Theo que le trajera de Paris.
Para este artista la obra tenía que ser fácil de entender para el espectador así que los contornos de los objetos  tenían que ser fácil de seguir. Una característica particular del estilo de Van Gogh era esos contornos oscuros que colocaba alrededor de los objetos con colores planos.
Aunque la intención de Van Gogh era de dar una sensación de solidez, de permanencia, de tranquilidad,  el resultado fue más bien un sentimiento de angustia debido precisamente a esos contornos.
Los muebles estaban situados de una manera extraña ya que las puertas se veían bloqueadas por una silla y por la cama. No parecía un lugar muy fácil para vivir.
Esta versión ha sido restaurada recientemente en el 2010 debido a que algunos colores se habían apagado.
VAN GOGH
Van Gogh fue un hombre que sufrió muchísimo durante toda su vida. Un hombre ansioso y sicológicamente frágil. Sufría de depresiones y sus últimos años de vida los pasó recluído en institutos mentales. Los doctores en ese tiempo no sabían como darle un tratamiento apropiado a sus problemas mentales y emocionales. Lo único que sabían era que cuando él pintaba, este artista sabía exactamente lo que quería y porqué lo hacía.

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